La llegada del Año Nuevo es un momento lleno de esperanza y expectativas, donde las tradiciones se entrelazan con la superstición y los rituales en la búsqueda de la buena suerte. Mientras en España se celebra el cambio de año con el ritual de las doce uvas, en otros lugares de Europa, las tradiciones toman un giro diferente pero igualmente encantador.
En el corazón de la Península Ibérica, los portugueses optan por sustituir las uvas con doce pasas. A diferencia de la tradición española, las pasas no se toman necesariamente al ritmo de las campanadas, ofreciendo un ritmo más relajado a la celebración.
Cruzando el Mediterráneo, nos encontramos con una tradición peculiar en la notte di Capodanno italiana. En Italia, la llegada del nuevo año se celebra con lentejas, que son símbolo de fortuna. Según la tradición, cada lenteja consumida equivale a una lira, la antigua moneda italiana. Aunque para acumular una riqueza considerable necesitaríamos consumir muchos kilos de lentejas, la idea detrás de este ritual es clara y encantadora. Para que la magia de las lentejas surta efecto, es fundamental consumirlas justo después de brindar con champán en el momento del cambio de año. Sin embargo, esta tradición ha evolucionado, y muchos italianos simplemente incluyen las lentejas en el menú de la cena de Fin de Año.
Volviendo a España, hay quienes han decidido incorporar esta tradición italiana, añadiendo una cucharadita de lentejas estofadas al menú de Fin de Año, justo después de las uvas y el champán. También existe la opción de tomar lentejas en la mañana de Año Nuevo, inmediatamente después de levantarse, independientemente de la hora. Además de ser un alimento nutritivo, rico en hierro y excelente para combatir la resaca, las lentejas, según la tradición, poseen poderes mágicos que garantizan buena suerte para el año que comienza.
Las tradiciones de Fin de Año son un reflejo hermoso y diverso de las culturas que componen el viejo continente. Ya sea con uvas, pasas o lentejas, el deseo de buena fortuna, prosperidad y alegría resuena en cada rincón, uniendo a las personas en la celebración y la esperanza de un nuevo comienzo.