La Navidad es sinónimo de celebración, alegría y la conmemoración del nacimiento de Jesucristo. Sin embargo, el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús es más un producto de la tradición que una certeza histórica. Los Evangelios no mencionan fechas específicas, dejando un velo de misterio en torno a la verdadera fecha del nacimiento de Jesús.
A lo largo de los siglos, la fecha del nacimiento de Jesús ha sido un tema de amplia discusión y especulación. Durante los primeros tiempos del cristianismo, la preocupación central recaía en la muerte y resurrección de Jesús, relegando a un segundo plano la celebración de su nacimiento. No obstante, fue en el siglo III cuando surgieron las primeras propuestas para datar este evento trascendental, desencadenando un torrente de interpretaciones que aún resuena en la tradición cristiana.
¿Primavera o verano?
Contrario a la creencia popular, lo más probable y comúnmente aceptado es que Jesús naciera en primavera o incluso en verano del hemisferio norte, entre los meses de marzo y julio. Esta hipótesis se apoya en varios argumentos sólidos, que van desde referencias bíblicas hasta prácticas culturales de la época.
Las pistas del Evangelio de Lucas
El Evangelio de Lucas nos proporciona una pista crucial. Según Lucas, en el momento del nacimiento de Jesús, los pastores acampaban al raso cuidando de sus ovejas durante la noche, una práctica impensable durante el frío invierno palestino. Además, en invierno, los ganados se resguardan en establos, y solo desde la primavera hasta el otoño se les permite pastar al aire libre, bajo la vigilancia de los pastores.
El signo de piscis: Un símbolo antiguo
Algunas tradiciones sugieren que Jesús nació bajo el signo de Piscis (del 19 de febrero al 21 de marzo), un símbolo asociado antiguamente con el pueblo hebreo y el fin de los tiempos. El símbolo del pez, representativo de Piscis, era también una señal usada por los cristianos primitivos, añadiendo una capa de simbolismo y especulación alrededor de la verdadera fecha del nacimiento de Jesús.
Un nacimiento en otoño
Aquellos que argumentan a favor de un nacimiento en otoño señalan que los romanos, conscientes de la crudeza del invierno en la región, no habrían programado el censo para el pago de impuestos en invierno, ya que implicaba desplazamientos considerables. Para una mujer en avanzado estado de gestación y su acompañante, un viaje de 140 kilómetros por tierras palestinas hacia Belén sería una odisea en pleno diciembre. Es mucho más plausible que el viaje se realizara durante el buen tiempo, llegando en otoño. Esta teoría se ve reforzada por la posibilidad de que Jesús pudiera haber nacido durante la fiesta judía de Succot (la Fiesta de los Tabernáculos), una celebración que tiene lugar en otoño.
Los primeros atisbos
Entre los primeros aportes para determinar la fecha de nacimiento, encontramos variadas propuestas. Algunos gnósticos apuntaron al 25 del mes egipcio de Pachon (20 de mayo); otros al 24 o 25 de Pharmuthi (19 o 20 de abril); y Clemente de Alejandría al 17 de noviembre (pero del 3 a.C.). En las iglesias orientales, el 6 y 10 de enero ganaron popularidad. Hasta 133 propuestas de fechas distintas emergieron en esta época de exploración temprana.
La primavera: Un simbolismo renovador
La primavera, siendo la estación del renacimiento de la naturaleza, se perfilaba como una candidata simbólicamente poderosa. Se creía que el mundo fue creado en primavera, y la coincidencia del nacimiento y muerte de Jesús en la misma fecha, separados por 33 años exactos, era una idea que resonaba en la mentalidad de la época.
El razonamiento de Dionisio el exiguo
El monje matemático y astrólogo del siglo VI, Dionisio el Exiguo, proporcionó un razonamiento que sería fundamental para la consolidación del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús. Bajo el encargo del papa Juan I, Dionisio argumentó que, si la Creación del mundo se celebraba el 25 de marzo, y siendo inconcebible que el Hijo de Dios tuviera alguna imperfección, Jesús debió ser engendrado en una fecha similar, llevando al nacimiento nueve meses después, un 25 de diciembre.
La primera mención y consolidación de la fecha
El primer documento que menciona el 25 de diciembre como el día del nacimiento de Cristo es un escrito atribuido a Teófilo de Antioquía, entre los años 171 y 183. Esta fecha también justificaba la celebración de la Pascua el 25 de marzo. Posteriormente, en el año 336, el documento conocido como Cronógrafo Filocaliano en Roma, estableció el 25 de diciembre en el calendario litúrgico, no como una mera anotación histórica, sino como la base de la celebración de otras fiestas cristianas.
La consolidación de esta fecha se reforzó con el sermón de Navidad más antiguo que se conserva, pronunciado por el obispo africano Optato de Mileto en el 368. Posteriormente, en el 386, San Juan Crisóstomo destacó la celebración del nacimiento de Jesús el 25 de diciembre como una fiesta distinta de la Epifanía (6 de enero) en un discurso memorable.
Reflexiones finales
El enigma de la fecha exacta del nacimiento de Jesús continúa siendo un tema de debate y especulación. La elección del 25 de diciembre como el día para celebrar el nacimiento de Jesús no emerge de una certeza histórica, sino de una amalgama de interpretaciones teológicas, simbolismos y la absorción de tradiciones preexistentes. La celebración de la Navidad en esta fecha se ha entrelazado de manera indisoluble con la identidad cristiana, ofreciendo un momento de reflexión, esperanza y comunión en el corazón del invierno.
La elección del 25 de diciembre como fecha para celebrar la Navidad fue, en realidad, una decisión tomada siglos después del nacimiento de Jesús, con el propósito de coincidir y eventualmente reemplazar festividades paganas que celebraban el solsticio de invierno. La fusión de tradiciones y la adopción de símbolos y rituales paganos en la celebración cristiana de la Navidad fue una práctica común en los primeros tiempos del Cristianismo, como una forma de facilitar la conversión de los paganos al cristianismo.
Lo que es indiscutible es que la elección del 25 de diciembre ha enriquecido la tradición cristiana, permitiendo a los fieles de todo el mundo celebrar la esencia del mensaje de amor, paz y redención que Jesús trajo al mundo. En LaWebDeLaNavidad.com, continuamos explorando las fascinantes historias, tradiciones y símbolos que rodean la celebración de la Navidad, invitando a nuestros lectores a profundizar en el significado y la historia de esta época tan especial.